Los artífices de este tipo de robots buscan que la creatividad humana y la inteligencia artificial hagan más y mejores sinergias.
Inteligencia Artificial (AI) y artes
Como Microsoft está inyectando enormes recursos monetarios a la empresa tecnológica OpenAI, es probable que la imparable tecnologización de las sociedades por internet continúe evolucionando a saltos vertiginosos.
En un comunicado de la empresa fundada por Bill Gates se anuncia que, respecto a las artes, la cultura y el diseño en general, la AI básicamente busca lo que Rimbaud quería de la poesía: “cambiar la vida”; o, menos grandilocuentemente, cambiar la forma tanto de hacer arte ─contenido, imágenes, marketing─ como de divulgarlo y consumirlo.
“La AI es una fuerza creativa capaz de componer música, escribir historias y producir cuadros” informan una línea del comunicado (menciona ejemplos de obras hechas con AI). Pero además el informe expone los ejes rectores donde la AI hace sinergias con museos, investigadores, universidades, artistas y agencias de marketing. A saber:
- Visitas virtuales a empresas y museos
- Acceso abierto al acervo artístico de dominio público
- Preservación de idiomas en peligro de desaparecer
- Interpretar expresiones como las de la Mona Lisa o las de las efigies de Buda
- Lanzar escritores robóticos
- Pintar por medio de números
- Componer melodías, imágenes y letras para canciones
La AI y la creación
Todo lo anterior ha suscitado la pregunta ¿la AI está en condiciones de sustituir a redactores, diseñadores, mercadólogos y desarrolladores? En su sitio de internet Microsoft se apresuró a responder que la AI solo es una herramienta auxiliar “que ayuda a mantenerse resiliente e impulsar el crecimiento”.
Quizá sí sustituya parcialmente algunas funciones (la empresa Buzzfeed ya estudia la posibilidad de contratar un GPT-3 en lugar de redactores, pero la misma es un sitio de trivialidades, chismes y sandeces).
Pero de lo que no cabe duda es que las nuevas herramientas informáticas llegaron para quedarse y que de una manera gradual ejercerán su influencia en nuestra manera de escribir, pintar, componer y hacer publicidad.
No podremos saber si las creaciones de una AI perdurarán porque para eso se necesita más tiempo que vida. Si las siguientes generaciones validan un libro, pintura, comercial, campaña o sinfonía hecha por un robot, como especie hemos llegado al siguiente nivel.
El siguiente eslabón evolutivo
Una eminencia de las obras de anticipación científica y tecnológica (y autor del clásico de ciencia ficción 2001, una odisea espacial), el escritor y científico británico, Arthur C. Clark, en 1964 hizo esta sombría afirmación:
“Los habitantes más inteligentes del mundo futuro no serán los humanos ni los simios, sino las máquinas. Precisamente las descendientes lejanas de las computadoras de hoy”.
Corona esta afirmación con la siguiente pregunta retórica “¿es esto triste?” a lo que enseguida responde, “en la cadena evolutiva todo parece indicar que esta es la siguiente etapa”.
Fuentes
Thornton, A. (2019) “Cómo la AI cambia las artes y la cultura”. Microsoft.
https://news.microsoft.com/es-xl/features/como-la-ia-cambia-las-artes-y-la-cultura/
Merchant, B. (2018). “When an AI Goes Full Jack Kerouac”. The Atlantic
https://www.theatlantic.com/technology/archive/2018/10/automated-on-the-road/571345/
Por Juan Carlos Cruz